Psicología

La terapia psicológica es un encuentro entre dos personas en el que una ayuda a la otra a ayudarse a sí misma. En este espacio terapéutico los psicólogos aplican procedimientos científicamente validados para el autoconocimiento y el crecimiento personal con el objetivo último de la salud cognitiva, emocional y corporal.

Dentro de este marco, existen diferentes orientaciones o abordajes en la intervención con pacientes: psicoanalítica, cognitivo-conductual, humanista, entre otras; y cada una de ellas actúa como guión para que el psicólogo pueda comprender a sus pacientes y crear soluciones.

Desde Neurex, el enfoque desde el que trabajamos es la psicoterapia integradora, que recoge diferentes métodos científicos y estrategias clínicas de las diferentes escuelas, creando un tratamiento adaptado a las necesidades de cada paciente.

Para ello, recabaremos la información necesaria para conocer el problema que te trae a terapia y trabajaremos los temas propuestos en el plan de intervención.

Durante el proceso terapéutico el paciente aprenderá a entender y expresar sus emociones, comprender su conducta, tomar conciencia de sí mismo, reconocer sus heridas, responsabilizarse de sí mismo, etc. Para ello, es necesaria la colaboración por parte del paciente, y que tome una actitud activa durante el proceso. A cambio, el terapeuta apoyará y acompañará al paciente durante este viaje, mostrando una actitud empática, respetuosa y libre de juicio.

Esta relación entre paciente y terapeuta será clave durante el proceso, y es uno de los principales motores del cambio.

AREAS DE INTERVENCIÓN

• Problemas de Ansiedad (Fobias, Ataques de Pánico, Obsesiones…).
• Problemas de estado de ánimo (Depresión…).
• Estrés.
• Trastornos Psicosomáticos.
• Violencia(en la pareja, en el trabajo, en el colegio…).
• Problemas para el control de impulsos.
• Problemas derivados de situaciones traumáticas.
• Manejo de la separación.
• Problemas en las relaciones personales.
• Problemas
• Adicciones y/o problemas con el juego.
• Ayuda en la toma de decisiones vitales.

Algunas de estas áreas de intervención suelen presentar diferentes síntomas o reacciones, entre ellas:

• Fisiológicas: Dificultades para iniciar o mantener el sueño, tensión muscular, alteraciones gastrointestinales, sensación de ahogo, etc.
• Cognitivas: Pensamientos anticipatorios y/o catastrofista, confusión, rumiación, dificultades de concentración., desconfianza, etc.
• Conductuales: Pasividad y abandono, conductas compulsivas, agresividad, conflictos personales, conductas de riesgo, evitación, etc.
• Emocionales: Sentimiento de culpa, miedo, ansiedad, enfado, tristeza, desesperanza, inseguridad, etc.